Brasil demostró hoy al golear a Chile 3-0 porque siempre es el favorito de los mundiales, y es con un juego sólido en todas sus líneas además de ganar, goleó y gustó.
Fue el cuadro brasilero que impuso su juego con claridad y calidad, aunque Chile en los primeros 20 minutos llegaba más al arco rival, mientras que Brasil rotaba el balón buscando el momento preciso para penetrar al área rival sin desesperarse con las subidas constantes de los laterales y el dinamismo que quería por momentos imponer Kaká.
El primer gol llegó a los 34’ desde el cobro de u saque de esquina donde Juan se eleva por detrás de Luis Fabiano y hace inútil el esfuerzo de Bravo.
Cinco minutos después, a los 39’ Robinho corre por la banda izquierda, lanza el balón por el medio hacia Kaká, y el astro de inmediato habilita en primera a Luis Fabiano, quien con una calidad enorme driblea al meta chileno Bravo marcando el 2-0.
El segundo tiempo fue Brasil que jugó a merced sin exigirse demasiado, contragolpeaba y subía en momentos claves: en cambio, un impreciso Chile que casi no tenía como entrar ni hacer daño a la solvente defensa brasilera intentaba hacer daño sin lograr su cometido.
A los 59’ Robinho de suave remate ante una excelente jugada de Ramires pondría el tercer gol brasilero.
Chile con el 0-3 intentaba aún con algún remate de Suazo que por los menos en 2 oportunidades hizo trabajar a Julio Cesar. Brasil se recostaba atrás esperando otro contragolpe y guardando energías para el choque de cuartos de final ante Holanda.
Sin duda Brasil mostró su clase mundialista y con un juego sobrio, compacto, equilibrado y letal apunta a ser firme candidato para ganar el mundial, ya que el equipo de Dunga no lucirá como el Brasil de las 3 décadas anteriores pero tiene solidez que comienza desde la defensa y termina obviamente en el ataque; es decir tiene los componentes necesarios para ganarle a cualquiera como son el no desesperarse, claridad, elaboración creatividad y definición.
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