lunes, 21 de junio de 2010
Chi Chi Chi... Le Le Le... Viva Chile.. A un paso de Octavos de final!!!
Chile derrotó 1-0 a Suiza y se puso a un paso de la clasificación a octavos en el Grupo H, que también alberga a España y Honduras, en un partido disputado este lunes en el estadio Nelson Mandela Bay de Port Elizabeth, en el marco del Mundial de fútbol Sudáfrica-2010.
El único gol el partido fue anotado por Mark González, en el minuto 75, de cabeza, tras recibir centro de Esteban Paredes, que había sustituido poco antes a Matías Fernández.
Los único positivo para Suiza fue que el gol llegó al final del partido y le permitió batir el récord de imbatibilidad de los Mundiales al haber sumado 559 minutos, superando los 550 que detentaba Italia desde los Mundiales de 1986 y 1990.
Los planes del plantel chileno, dirigido por el argentino Marcelo Bielsa, se vieron favorecidos por la expulsión al minuto 31 del centrocampista Valon Behrami, por una falta a Arturo Vidal.
De ahí en más el juego se inclinó totalmente al lado de la Roja, único líder de la llave con 6 puntos, seguido de Suiza (3) y de España y Honduras, momentáneamente con 0 unidades.
"El fútbol es inesperado y ofrece matices que uno no imagina, lo importante es que la clasificación no está conseguida y debemos luchar por ella con el mismo entusiasmo con que luchamos hasta ahora", avisó Bielsa tras el encuentro.
A pesar de la derrota, Suiza continúa en carrera por un segundo boleto a octavos de final y a la espera del resultado del partido España-Honduras, que se juega a segunda hora en Johannesburgo.
Los chilenos entregaron su tarjeta de presentación a los 10 minutos de juego con dos sucesivos tiros de media distancia, primero de Arturo Vidal y luego, en el rebote, de Carlos Carmona, que encontraron al portero suizo, Diego Benaglio, atento y con excelentes reflejos.
Esta fue la primera emoción del partido, luego de largos minutos en que el juego estuvo bastante parejo, aunque con ligeros destapes de la Roja, que era la que tenía mayor iniciativa para proponer un mejor trato a la pelota.
Era entonces Alexis Sánchez, el delantero del Udinese italiano, que en sociedad con Carlos Carmona, centrocampista del Reggina italiano, comenzó a soltar las amarras con ingresos punzantes por derecha, mientras Humberto Suazo y Jean Beausejour intentaban abrir el flanco hacia la izquierda.
Suiza dió la sensación de estar un tanto sorprendido con la marea roja y compuso su doble línea de cuatro para intentar frenar los avances del equipo de Marcelo Bielsa.
Estaba claro que el duelo entre ambos significaba hasta ese momento un enfrentamiento entre dos estilos de juego diferentes, un equipo sudamericano con vocación de control de la pelota y uno europeo que esperaba agazapado el contragolpe.
En medio de ese fragor, el volante Valon Behrami, del West Ham inglés, dio un golpe con la mano a Arturo Vidal cuando disputaban un balón cerca del campo chileno y por la falta vio la cartulina roja, dejando a su equipo con un hombre menos.
La inferioridad numérica obligó a replegarse a Suiza, dejando adelante a la espera de un milagro a un solitario Blaise Nkufo, que naufragaba en una marea roja.
Los ataques chilenos para entonces eran punzantes, pero los hombres de Bielsa no atinaban a anotar ya sea por deficiencias propias o por la buena gestión de una defensa sólida que, replegada desde la expulsión de Behrami, intentaba no ofrecer resquicio alguno.
En esa línea, el técnico alemán Ottmar Hitzfeld mandó a la cancha al volante Tranquilo Barnetta para sustituir al capitán Alexander Frei, delantero del Basilea suizo.
En el segundo tiempo, Bielsa sustituyó a Suazo por Jorge Valdivia y a Vidal por Mark González. La idea era darle mayor volumen de juego y profundidad a su equipo.
Tanto iba el cántaro al agua que, a los 75 minutos de juego, el delantero Mark González recogió de cabeza un centro desde la derecha de Esteban Paredes y batió al portero suizo.
Con el último suspiro, Suiza estuvo a punto de empatar tras rematar desviado Eren Derdiyok.
"Un resultado 1-1 hubiera sido perfecto y merecido, porque hemos jugado diez contra once. La tarjeta roja no era merecida", estimó el entrenador alemán de los helvéticos, Ottmar Hitzfeld.
Los australes jugarán el último partido de la llave el viernes ante España en Pretoria, mientras los helvéticos cerrarán su paso en la primera ronda frente a Honduras, ese mismo día, en Bloemfontein.
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